Cuando el sistema enferma a quien cuida: cómo cuidar a quienes cuidan en salud
- ximena6237
- 7 jul
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 7 jul

Cada vez más organizaciones se preguntan: ¿Cómo lograr que los médicos y equipos clínicos se integren al modelo de atención centrada en la persona? ¿Cómo abordar la resistencia? ¿Por dónde empezar? Y, especialmente, ¿Cómo convencer a los líderes de que esto no es un lujo, sino una prioridad?
La respuesta comienza por reconocer algo fundamental: la experiencia del paciente no puede florecer en un sistema que descuida a quienes cuidan. No se trata solo de cambiar estrategias, sino de transformar culturas. Porque, como bien se dice, la cultura organizacional se desayuna a la estrategia.
Y esa transformación comienza por volver al propósito. Volver a preguntarnos para qué cuidamos, por qué decidimos dedicar nuestra vida a esto y cómo queremos seguir haciéndolo. El propósito, como dijimos en nuestro blog anterior, no es una declaración en la pared: es lo que da sentido a cada decisión clínica, a cada conversación, a cada mirada.
Cuando el sistema pierde ese propósito colectivo, aparecen el agotamiento, la fragmentación y la deshumanización. Pero cuando una organización se atreve a volver a esa raíz —a ese “para qué”— entonces todo comienza a reordenarse: desde la cultura, desde la práctica, desde lo humano.
Hoy, muchos profesionales de salud ejercen entre la sobrecarga, la prisa y la desconexión emocional. Como señala la Dra. Laura Cooley en su artículo 10 Critical Issues Threatening the Patient Care Workforce, el sistema exige productividad sin ofrecer contención. El resultado: agotamiento, desmotivación, pérdida de propósito y creciente rotación del personal.
Y es que el sistema no solo presiona; muchas veces enferma. Médicos, enfermeras, psicólogos y equipos administrativos viven con el peso de cuidar sin ser cuidados. Lo que antes era vocación, hoy puede vivirse como supervivencia.
Cuidar a quienes cuidan en salud: la base para una cultura sostenible
Para que las y los profesionales de salud se integren a modelos de atención centrada en la persona, primero hay que transformar las condiciones que hacen posible cuidar con humanidad. Esto no solo se logra desde la estrategia clínica, sino desde una cultura organizacional que valida, sostiene y acompaña a quienes cuidan.
Como planteo Luz Ángela Salcedo Galeano, en la #PxExWeek2025 el autocuidado debe dejar de entenderse como un esfuerzo individual para convertirse en una práctica profesional y un compromiso institucional. Cuidarse no es un lujo, es una responsabilidad ética. Y cuidar a quienes cuidan en salud debe integrarse en la visión de calidad asistencial y sostenibilidad de las instituciones.
Como promueven los modelos de ACP, cuidar a quienes cuidan requiere:
Formación en empatía, comunicación y alfabetización en salud (health literacy).
Ambientes laborales que ofrezcan contención emocional real.
Liderazgo compasivo que escuche, sostenga y modele el cambio.
Acciones que no se queden en la intención, sino que se integren al sistema de calidad institucional.
Las organizaciones que comienzan a priorizar el bienestar del equipo clínico están demostrando que cuidar a quienes cuidan en salud no solo es posible, sino estratégico.
Desde la visión de Planetree AL Norte, que escuchamos en su primer encuentro regional este 2 de julio, el autocuidado no es individual: es un acto profesional y organizacional. El bienestar emocional influye directamente en la calidad del cuidado. Incluirlo en los planes estratégicos no es opcional, es urgente.
El informe de la Fundación Humans sobre salud mental refuerza este llamado: si no reconocemos el malestar emocional del personal, no podemos hablar de sistemas saludables. Y si no generamos entornos donde escucharse, sentirse y conectarse sea posible, no habrá estrategia de experiencia que funcione.
En el boletín Escucharse, Sentirse y Conectarse de la Escuela de Salud, una enfermera utiliza una metáfora contundente:
“Somos como bayetas: absorbemos emociones todo el día, pero si no podemos escurrirnos, nos endurecemos.”
Y esto es precisamente lo que está ocurriendo. Profesionales brillantes y sensibles que ya no logran conectar con sus pacientes porque el sistema no les permite primero conectarse consigo mismos.
Pero cuando una organización empieza a abrir espacios reales para la escucha, la formación en habilidades humanas y la validación emocional, el cambio empieza. Porque los equipos no necesitan promesas; necesitan coherencia. Y cuando la encuentran, responden con compromiso genuino.
Invertir en ACP desde cuidar a quienes cuidan en salud transforma todo:
Aumenta la retención de talento
Mejora el clima organizacional y la seguridad psicológica
Reduce errores y eventos adversos
Mejora la satisfacción del paciente y del personal
Eleva el sentido de pertenencia y propósito colectivo
Posiciona a la institución como referente en calidad humanizada
No se trata de convencer desde la rentabilidad inmediata. Se trata de liderar desde la visión. Y esa visión incluye una cultura que entienda que la experiencia del paciente comienza donde el sistema decide cuidar a quienes cuidan.
📚 Recursos recomendados:
📩 ¿Y tú? ¿Cómo está tu equipo? ¿Cómo está tu cultura?
🧭 Te leemos en: www.happyclinicideas.com
📲 Escríbenos por WhatsApp: wa.me/5514745719
📰 Suscríbete a nuestro newsletter: La Experiencia del Paciente





Comentarios